Una historia de amor de dos desconocidos
La historia empieza un día que estaba trabajando en una floristería, salí por un momento, me tome un café y de pronto vi a un hombre que leía un libro mientras tomaba su café, me causo un poco de curiosidad, porque me preguntaba cómo se podía concentrar en un lugar como este, por donde pasaban tantos vehiculos y las personas hablaban en voz alta.
Sin importar mi curiosidad retome las actividades diarias, aunque día tras día seguía yendo a tomar mi café a la misma hora para ver aquel fiel compañero que solo leía mientras yo lo observaba. Siempre había sido una mujer tímida y cuando algún hombre se me acercaba lo echaba todo a perder.
Con el paso de los días ya era cliente fiel de esta cafetería que quedaba justo frente a la floristería donde estaba trabajando. Un día llegue y mi asombro fue grande al no encontrar a mi compañero de café en este lugar, me preguntaba que le habría podido pasar para que no volviera, con un poco de temor le pregunte a la señora que atendía pero no me supo dar razón.
Después de un tiempo ya me había resignado, cuando de repente vi a mi antiguo amigo desconocido pasando muy cerca de mi casa, trate de acercarme pero tenía temor a que no supiera quien era yo y me rechazara, sin dejarme decir una palabra. Decidí callarme pero lo seguí para saber dónde lo podía encontrar.
Ya casi era la hora de entrar a trabajar y tuve que dejar de seguir al misterioso hombre, me dirigí a la floristería cuando vi que él se sentaba justo afuera de la cafetería habitual pero sin su libro, solo observando algo desconocido para mí. No aguante la curiosidad y decidí preguntarle ¿qué miras?, en este momento el hombre me miro y me dijo, a ti.
Esta respuesta me lleno de ilusión pero trate no demostrarlo, siguiendo la conversación mi amigo que desde ese momento seria mi gran amor me dijo, un día fui a comprar unas rosas a la floristería, ese día te vi y me enamore, cada día venía a la cafetería con el único motivo de llamar tu atención.
Cuando logre que supieras de mi existencia decidí observar si en realidad había logrado atraerte o solo te causaba curiosidad por mi constante lectura. El día que compre las flores y te conocí decidí que esas serían las primeras flores que te regalaría para hablarte de mi amor.
Ya que logre traerte a mí, te entrego las flores y mi corazón, no se encuentran en las mismas condiciones que cuando las compre, pero te prometo que vendrán muchas más. Cuando termino de hablar, no sabía que decir solo recibí las flores con una sonrisa y desde ese momento empecé a vivir una historia llena de aventuras de amor que hoy completan los 50 años.
Mi amado cumplió su promesa en cada ocasión especial o sin motivo me traía las más bonitas flores.
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