Este pequeñito arbolito, siempre encantador, tiene un efecto muy vistoso en cualquier rincón del hogar. Por esta razón, son muchos los interesados en ver crecer un bonsái en su propio domicilio y disfrutar así de su belleza. Sin embargo, el bonsái es una de las plantas que más atención requiere, por lo que os resumimos siete pasos fundamentales para cuidar un bonsái:
1. Conoce, mima y vigila
El bonsái es un ser vivo. Quererlo como a uno más es la primera regla para cuidarlo. Conviene atender sus necesidades diariamente, ya que el propio árbol indicará cuando debe ser regado, podado o trasplantado. Además, sus hojas son un claro indicador del estado de forma, pudiendo desvelar si tiene o no necesidad de luz y agua o, si por el contrario, sufre alguna plaga.
2. Riégalo sólo cuando lo necesite
Nunca hay que regar el bonsái a diario y en abundancia sin seguir un criterio. Muchos principiantes optan por estos baños desaforados sin comprender las necesidades del arbolito.
Para saber cuándo se debe regar un bonsái, basta con tocar la superficie de la tierra. Si está seca, significa que hay que regar la planta con profusión, humedeciendo generosamente el sustrato hasta que el agua se derrame por los orificios de la maceta.
3. Utiliza tierra de drenaje rápido
Aunque los bonsáis pueden desarrollarse en tierra corriente, se recomienda utilizar un sustrato de drenaje rápido. Esta tierra en particular está compuesta por granos sueltos, que difícilmente se compactan y facilitan la irrigación de la planta.
Con este tipo de sustrato, el bonsái podrá canalizar mejor tanto el oxígeno como el agua.
4. Mejor en exteriores y mirando a la luz
Mayormente, los bonsáis son plantas de exterior. Fuera, recibirá toda la luz y ventilación que necesita. Aunque pasará casi todo el tiempo en el exterior, a veces es aconsejable cobijarlo dentro de casa, por ejemplo, en horas de excesivo calor.
Sin embargo, no hay que descuidarse, ya que un bonsái nunca debe pasar más de un día encerrado en el interior de casa.
5. Elije el tiesto adecuado
En otras plantas quizá no tenga tanta importancia, pero en los bonsáis el recipiente en el que se asientan cobra un papel fundamental. Dado que en realidad son árboles que desarrollan constantemente sus raíces, conviene que la maceta sea ancha y de profundidad media, provista de perforaciones en el lado inferior.
En cuanto al material, los tiestos de plástico acompañan mejor a este tipo de planta, porque facilitan el drenaje.
6. Trasplanta y poda el bonsái una vez al año
Debido al crecimiento del bonsái, casi todos los años será necesario trasportarlo a otra maceta, para dar mayor espacio a las raíces; proceso que debe aprovecharse para podar alguna de éstas. Tampoco hay que olvidarse de renovar íntegramente el sustrato de la planta.
Trasplantar una planta no es fácil, y mucho menos un bonsái, por ello te explicamos cómo hacerlo en nuestro artículo “¿Sabes cómo podar un bonsái?”
7. Lee tanta información como sea posible
Hay muchísimos tipos de bonsáis y para todos los gustos. Consecuentemente, se hace imprescindible conocer el ejemplar específico que uno posee. Estudiar cada uno de sus requisitos y tomar las precauciones más vitales hará que nuestro bonsái se desarrolle pletórico y hermoso.
Sirvan estos consejos como un breve tutorial para que vuestro bonsái crezca sano y salvo, siempre bajo la atención y el mimo de vosotros mismos.
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Hola,
Yo tengo varios bonsais y recomiendo regarlos con agua de lluvia o destilada. Son plantas muy delicadas y un exceso de cal en el agua puede hacerles enfermar.
Llevas toda la razón del mundo. El agua de lluvia es lo mejor para nuestras plantas, pero si es difícil conseguirla, el agua destilada nos puede servir.
Muchas gracias por tu comentario.