El color amarillo ha estado siempre asociado al mal fario, el infortunio y la superstición. Una suerte de sortilegio que ha traspasado a muchísimos ámbitos de la vida, como por ejemplo, la venta y compra de flores. Por esta razón, existen multitud de reticencias a regalar rosas amarillas, un regalo que sin embargo, es mucho más luminoso y seductor que otros ramos de rosas.
Por eso, queremos despojar a las rosas amarillas de su falso velo y mostrarlas ante vosotros como lo que son: una hermosa flor llena de luz, humilde y provista de muchísimos significados. En este artículo os explicaremos por qué las rosas amarillas son un ramo ideal para regalar a amigos y familiares, y qué tenéis que tener en cuenta para saberlo todo sobre las rosas amarillas.
¿Qué simbolizan las rosas amarillas?
Tradicionalmente, todos los tipos de rosas han estado vinculadas a una variopinta simbología, casi siempre relacionada con el color que representan. De esta forma, las rosas rojas encarnan la pasión, las rosas blancas la inocencia y las rosas negras la tristeza.
Las rosas amarillas no podían ser menos, y si cabe, aún gozan de más significados que sus hermanas. Por un lado, representan la alegría, la felicidad y el optimismo, por tener un incuestionable parecido con el sol, con todo lo que ello conlleva. Luz y festividad, contento y energía: un ramo de rosas amarillas es como estar siempre de celebración y jolgorio.
Por otro, las rosas amarillas concuerdan con la amistad, la devoción y la verdad. Cuando alguien recibe un ramo de esta flor, puede sentirse admirado por aquel que le ha hecho el regalo. Es un modo de demostrar que pensamos en un compañero o familiar, y que le tenemos en muy alta estima.
Además, gracias quizá a su relación con el oro, las rosas amarillas se relacionan con la gloria, el éxito y el lujo. En consecuencia, sirven como adornos elegantes y llamativos, como una corona aristocrática o cualquier otro objeto de valor.
Para terminar con su simbolismo, las rosas amarillas también personifican un plano intelectual. Se trata de una flor que encarna la inteligencia, la sabiduría, las ideas claras y la memoria. Expresan, por tanto, el pensamiento y el estudio, por lo que son muy apropiadas para festejar cualquier logro académico y profesional.
Dicho todo esto, no hay duda de que esta flor del rosal es una alternativa maravillosa como obsequio u ornamento. No obstante, no es tan idónea como parece, pues la rosa amarilla también guarda unas metáforas pesimistas y desagradables.
El desencanto de la rosa amarilla
Así pues, aunque este género tenga un millar de significados positivos, su simbolismo alcanza sentimientos melancólicos, especialmente, en el plano amoroso. Las rosas amarillas se asocian con la transición de una emoción a otra, lo cual se relaciona con el debilitamiento de la pasión o el amor.
Con este efecto, un ramo de rosas amarillas puede significar celos, desconfianza, inseguridad o, aún peor, infidelidad. Suelen representar el engaño y, por eso, están sujetas a múltiples interpretaciones.
Regalar rosas amarillas durante una crisis de pareja puede conllevar una ruptura inminente. A veces, las flores son mensajeros muy coherentes de la realidad.
Por todo ello, nunca hay que regalar flores amarillas a una persona en la que no confiemos al cien por cien, ni tampoco es recomendable obsequiar a nuestra pareja con ellas. Estas flores encarnan el compañerismo, y si queremos conquistar a una persona, daremos la sensación de buscar, únicamente, una relación de amistad.
Aprende cuándo regalar rosas amarillas
Hay numerosas ocasiones en las que un ramo de rosas amarillas es todo un acierto como presente. Dada la jovialidad que despiden, son muy apropiadas para regalar a un adolescente, bien en su cumpleaños o en cualquier otro momento.
Con estas flores también se puede felicitar a alguien por alcanzar un logro en la vida. De aquí que sean muy comunes durante las graduaciones universitarias.
Además, dado el optimismo que rezuman, se pueden regalar rosas amarillas a un enfermo que esté en periodo de convalecencia o a cualquier persona que se enfrente a un cambio trascendental en la vida: un nuevo trabajo, un viaje a otro país, etc. Con las rosas amarillas las perspectivas de futuro son mucho más halagüeñas.
Por lo demás, un ramo de estas flores es la mejor representación de la amistad. La relación de compañeros y camaradas se estrecha con un séquito de rosas amarillas en el camino.
Luz y optimismo para un color universal
Dada su tonalidad áurea, la rosa amarilla está tan colmada de luminosidad como de alegría. Un círculo de realeza y gloria que se relaciona con la dicha y la buena vida. Su poder ornamental, potenciado por un resplandor innato, hace que se puedan combinar acertadamente con otras flores de color blanco como los lirios. Aún resultan más atractivas si se establece un abanico de adornos de hojas, tallos y frutos como base.
Además, las rosas amarillas abundan en matices: algunas de coloración limón, otras más blanquecinas, ciertos géneros cercanos al color té o variedades de un brillo muy intenso. Muchas oportunidades para un regalo inolvidable.
Esperamos que hayáis disfrutado de las rosas amarillas tanto como nosotros. Un obsequio que podréis adquirir en nuestra tienda online como flor preservada y enviar al domicilio de cualquier amigo, de una forma rápida, fiable y económica.
En definitiva, recordad que la rosa amarilla no es la flor de la mala suerte, sino el símbolo de la admiración, la felicidad y la celebración. Con ella, la vida parece mucho más llevadera y los obstáculos mucho más despreciables. Un ramo que, se mire por donde se mire, es ideal para regalar a un gran amigo o a un familiar muy apegado a nosotros.
Me encantaria que me tocaran, porque soy la tonta de las rosas Jejeje