El gladiolo, esta palabra significa “pequeña espada” los romanos así la denominaron y la utilizaban como trofeo para los victoriosos gladiadores, por lo tanto es un símbolo de la victoria.

Proviene de Europa, de la parte mediterránea y también de Sudáfrica y África tropical. El gladiolo crece en estado silvestre en los climas mediterráneos, si nos fijamos por la carretera veremos en cunetas o bordes de caminos grupos de gladiolos de campo o de monte en zonas boscosas con humedad.Por lo tanto los gladiolos pueden florecer a lo largo de casi todo el año en climas templados. Pero sin embargo la mayor producción de estas flores se realiza en países como Holanda, Francia y Brasil, en donde se cultivan hibridaciones que dan lugar a las variedades más bonitas.

En la actualidad las utilizan las floristerías como flor de corte pero su usan también para adornar los jardines. Si la quieres cultivar en tu jardín no entrañan ninguna dificultad, el suelo es poco exigente, tiene que ser arenoso y llevar un poco de estiércol. Planta los cormos (que son como cebollitas) a unos 8 cm de profundidad siempre al sol. No hace falta que utilizes fertilizantes pues los cormos son ricos en nutrientes.  Después el cormo producirá  muchos cormillos de los cuales brotarán entre 1 y 12 hojas largas, erectas y lanceoladas,  recubiertas de una película cerosa.  Las hojas de la parte de abajo del tallo son envainadoras y las de la parte de arriba se abriran para dar lugar a unas 15 flores. La planta puede alcanzar 1.80 cm de altura. Los colores de las flores son variadísimos, rojos, amarillos, blancos, rosas…