La belleza perfecta, la fuerza y la pureza que simboliza la flor de lis, representación de la flor de lilium, ha hecho que a lo largo de la historia aquellos que ostentaban el poder la eligieran como heráldica. Es el caso de Francia, que junto a la cruz, el águila y el león, lucen en su escudo de armas la flor de lis.

Según narra la leyenda, el atípico color amarillo de éstos liliums hizo que los monarcas franceses fijaran la vista en ellos y los eligieran como el símbolo de victorias futuras. En el siglo XII, durante la Cruzada contra los Sarracenos, Luis VII se convirtió en el primer monarca que incorporó la flor de los lirios a los escudos de armas reales. Desde entonces, se le llama flor de lis y representa las tres clases sociales medievales, es decir, los campesinos, la nobleza y el clero.

Pero Francia no fue la única en incluir la flor de lis en sus emblemas, en el siglo XIV la casa de Lancaster de la dinastía real inglesa incorporó esta bella flor en su escudo. En este caso, fue una muestra de reivindicación por parte de los británicos por el afán de asumir el trono francés. También, podemos ver la flor de lis en los brazos del rey de España y el Gran Duque de Luxemburgo, así como en los miembros de la Casa de Borbón.

La flor de lis, religión y guerra

Esta flor, que crece en zonas templadas y regiones tropicales, acoge entre sus significados el de la pureza y la castidad, por su estrecha relación con la religión. Podemos ver imágenes de la Virgen María, madre de Jesús, sosteniendo entre sus manos una pequeña flor de lis. Una imagen que les valió a los monarcas franceses para establecer que la flor del lirio les otorgaría la protección divina y privilegiada de la reina de los cielos.

La unión de estos simbolismos alcanza su máxima expresión durante la liberación del asedio de Orleans a cargo de Juana de Arco. Tras asumir que Dios le guiaba en la batalla, cabalgó al frente de las tropas ondenado un blanco estandarte que representaba a Dios bendiciendo el emblema francés real, es decir, la flor de lis. Con los años, la flor del lirio se ha vinculado a diferentes guerras, incluso el Ejército de Estados Unidos la asoció al poder marcial y a la fortaleza militar.

Jardines de lirios franceses

En la actualidad, los lirios continúan siendo protagonistas de bellos jardines franceses, que han inspirado a grandes artistas como Claude Monet. Un pintor que vivió en Giverny, Francia, más de 40 años y seleccionó con mimo y cuidado todas las flores del jardín de su casa, donde los lirios son los indudables protagonistas.

Un bello jardín que conserva el poder de la flor de lis en Francia, su tradición y su leyenda. Además, hoy en día puede visitarse y cruzar el puente japonés y el estanque de nenúfares, que ensalzan tan dichoso jardín de flores de lis.

Si quieres revivir la pasión y la pureza, así como la calma que transmitieron en su día los lirios a la casa real francesa, puedes visitar la casa de Monet, un lugar donde, también, se han rodado películas como Medianoche en París (Midnight in Paris) de Woody Allen.

Significado de los liliums

Como hemos podido comprobar el lilium ha sido una de las flores más poderosas a lo largo de la historia. Una flor vinculada a la religión, a la lucha y a las altas clases aristocráticas. Aún hoy en día regalar liliums es también optar por una flor con grandes significados a la par que podemos encontrar una gran variedad de colores, tamaños y formas.

Su diámetro, por ejemplo, puede ir desde los 7 hasta alcanzar los 25 centímetros. Y sus colores pueden ser infinitos: morados, naranjas, amarillos, con punto, rosas, blancos… una característica que ha hecho de esta flor una de las más apreciadas a nivel ornamental tanto en pisos y casa, como en empresas y establecimientos.

El origen del lilium, según los principales libros de botánica, podemos encontrarlo en las islas de Corea y Japón, más tarde llegarían a la cercana Rusia e India. Sin embargo también se han encontrado desde tiempos inmemoriales en otros lugares del planeta como Estados Unidos o Ecuador. En Europa, la zona del Cáucaso o los Balcanes son los lugares más asiduos en cuanto a plantaciones. Y si hemos de destacar algunos países, sin duda Grecia y Polonia ostentan el récord de mayor número de lirios.

¿Qué significa regalar un lilium? Comprar un ramo de flores y optar por comprar un ramo de lilium es tener claro que, amén de lo señalado anteriormente de cuál era la percepción del lirio a lo largo de la historia, ésta ha cambiado sobremanera. Hoy significa pureza, por ello los liliums blancos están tan presentes en bodas. En la época victoriana, regalar un lilium a una mujer era síntoma de feminidad. Mientras que los griegos y romanos regalaban a sus esposas liliums como símbolo del deseo de tener una vida larga, tranquila y fructífera junto a su amado. Aunque también el lilium tiene una parte algo más triste y es usada en un buen número de funerales como representación de una transición a un estado más tranquilo y en paz.

Pero veamos cuál es el significado hoy en día a la hora de regalar flores y elegir regalar lirios. Los blancos está claro que son sinónimo de pureza e inocencia. Un regalo que representa las buenas intenciones. Los liliums naranjas representan energía, creatividad y mente positiva. Por su parte, regalar liliums amarillos es regalar felicidad, optimismo pero ojo entre amigos también significa lealtad. Regalar flores y regalar liliums rosas es juventud, bondad, un regalo tierno que implica incluso cierta ingenuidad, mientras que los liliums rojos representan el deseo sexual y el amor.