Las flores preservadas son flores naturales a las que se les aplica un tratamiento especial durante su juventud, de tal forma que pueden disfrutar de largos años si se les cuida correctamente. Por esta razón, también se les conoce como flores inmortalizadas.

El secreto de la eternidad

El truco de las flores preservadas consiste en reemplazar la savia y el agua de la planta por un líquido conservante 100% ecológico, que posibilita la larga duración del producto. Este compuesto acuoso se obtiene a partir de la glicerina y ciertos colorantes alimentarios.

El proceso se aplica en el mejor momento de la vida de la flor, debido a la cual, siempre conservará su máxima frescura y belleza. Pero preservar una flor para la eternidad no es una tarea fácil, de hecho, debe pasar por un largo periodo de estabilización, evaporación y secado, siempre bajo unos estrictos controles de calidad. Un secreto que requiere la más moderna tecnología para llevarlo a cabo.

Igual de hermosas durante años

No obstante, el exhaustivo proceso bien merece la pena. La flor resultante mantendrá el esplendor y la hermosura de una planta natural, pero mucho más resistente, inmarcesible y fácil de embalar y transportar.

El usuario final, lógicamente, también apreciará rápidamente las virtudes de una flor preservada. En primer lugar, ésta será tan bonita como la original y además no requerirá los cuidados básicos como podar, regar o colocarla junto al sol. Así, pasarán los meses y los años, y pétalos y tallos conservarán el mismo primor que antaño.

Cuidándolas en el tiempo

Ahora bien, una flor preservada no es inmortal, pero se puede alargar muchísimo su vida útil si se siguen unos pequeños pasos. Se trata, sencillamente, de unos cuidados primordiales:

• No exponerlas a luz solar: al contrario que las flores naturales, las preservadas no necesitan recibir los rayos del sol.
• No situarlas bajo una fuerte humedad: hay que evitar colocar las flores preservadas en lugares con una humedad superior al 80%.
• No necesitan ser regadas: no requieren ningún tipo de riego. Si se desea limpiar la flor, bastará con utilizar el aire frío de un secador de pelo.
• Son bastante vulnerables a insectos e insecticidas, debido al tratamiento de la preservación.

Siguiendo estas sencillas precauciones, una flor preservada podrá mantener su belleza durante años.

Flores preservadas, un regalo para no olvidar

Somos conscientes de que la gracia de las flores está en la frescura y en el colorido que irradian una vez cosechadas. Por suerte, las flores preservadas mantienen estas mismas características, con la única peculiaridad de que carecen de olor, debido a que la fragancia desaparece durante el proceso de estabilización.

En cualquier caso, la flor preservada conserva el frescor y el color sempiternamente, por lo que resulta un regalo inolvidable para muchos y muchas. Es muy común que las novias preserven su ramo después de la boda, para guardar la memoria de las nupcias siempre viva.

Por todo ello, en nuestra web, podrás encontrar diferentes variedades de flores naturales preservadas, desde rosas rojas y naranjas, hasta rosas negras y rosadas, pasando por jazmines y otros ejemplares.

En definitiva, si estás pensando en regalar una flor a un ser querido y quieres que el obsequio perdure para siempre, elige una flor preservada al mejor precio. Nosotros nos encargamos de los detalles más minuciosos y de que el paquete llegue incólume a su destino. Deseamos, tanto como tú, que el regalo sea algo inolvidable.

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