Su nombre científico es Crocus sativus, proviene del griego y hace alusión a sus apreciados estigmas, significa filamento de la flor. Esta es la parte de la planta que se cosecha desde hace muchísimos años por su utilidad gastronómica como especia.

El valor por gramo de esta especia es bastante superior al del oro, por eso es conocida también como oro rojo.

Estas flores son cultivadas por su belleza y por el gran uso que se le da tanto en la cocina árabe y oriental y que llegó posteriormente a la cocina española. Su utilidad es muy conocida como colorante, su valor culinario se debe al inconfundible e insustituible aroma que confiere a los alimentos.

España es el principal cultivador a nivel mundial de esta planta, que procesa y exporta como especia a todo el mundo.

Se considera de origen mediterráneo y florece entre finales del invierno y a principios de la primavera. El cultivo de estas flores prospera bien en suelos calizos y arcillosos. El sustrato tiene que estar húmedo y ser ligero, pero nunca tiene que estar empapado. El azafrán debe plantarse a pleno sol, tolera bien el frío y el calor pero prefiere los climas secos y templados.

Las heladas pueden perjudicar la floración temprana. En cuanto al riego, hay que hacerlo con regularidad pero no de forma copiosa y no muy frecuentemente. Si deseas plantar azafrán en tu jardín ten en cuenta que tienes que abonarlo con estiércol con tres meses de antelación.

Los pistilos se tienen que recoger manualmente uno a uno. Antiguamente lo utilizaban para curar el sarampión. Actualmente se sigue utilizando para tratar hemorragias uterinas y facilitar la digestión.

Si quieres tener estas flores en tu jardín, anotar que es muy sencillo plantarlas y que además de que son unas flores bellísimas, se le puede dar utilidad tanto para cocinar como para preparar algún remedio casero que sea necesario en alguna ocasión.