Planta bastante frondosa, de porte rastrero o en forma de cascada, que presenta tallos menudos.
Origen: México, Honduras, Brasil, Perú.
Hojas: de 6 a 8cm de largo, oblongas, alargadas, puntiagudas, gruesas, opuestas.
Flores: la planta se cubre todo el año de florecitas tubulares de 2cm, blancas, de corazón granate, poco espectaculares, pero que dan bayas naranja del tamaño de la grosella.
Luz: instale la planta tras un cristal orientado al oeste. En verano, el Codonanthe se recuperará, enganchado a un árbol en la semisombra.
Abono: una vez al mes, desde mayo hasta septiembre, diluyendo en dos partes de agua la dosis indicada en la caja.
Humedad ambiental: más bien baja, lo que lo convierte en una planta de interior ideal.
Riego: muy escaso. Deje que la maceta se seque notablemente entre dos riegos. Incluso debe sonar un poco hueca cuando se la golpee con la uña. El sustrato de la superficie debe permanecer seco y desmenuzable, a una profundidad de 2 a 3 cm, durante un día o dos.
Trasplante: cada dos años, entre febrero y marzo, a una mezcla de tierra de brezo y de mantilla.
Tamaño: de 30 a 50 cm de largo.
Multiplicación: esquejes de fragmentos de tallos de 10 a 15 cm de largo. Quite las hojas de la base y plante el esqueje bien recto en una mezcla húmeda de arena, turba y vermiculita.
Consejo: tenga cuiado, ya que si deja el fondo de la maceta sumergido en el agua del platillo más de uno o dos días, firmará la sentencia de muerte con la planta.
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