Este árbol semipifitito vive en la naturaleza sobre las rocas o crece sobre otros árboles.
Origen: regiones tropicales del hemisferio austral.
Hojas: ovaladas, opuestas, gruesas, sin vetas, sobre pecíolos cortos y estriados.
Flores: las corolas blanco cremoso o rosas, poco frecuentes en una casa, recuerdan las flores de la magnolia.
Luz: semisombra o sol suave muy tamizado.
Sustrato: sustrato de trasplante, vesiculita y tierra de brezo mezclados a partes iguales.
Abono: una vez al mes, en verano, una dosis de abono para plantas verdes, diluida en tres partes de agua.
Humedad ambiental: la clusia necesita una atmósfera tropical que sólo un invernadero puede ofrecer.
Riego: abundante, una vez por semana.
Trasplante: lo menos posible. Cambie de maceta en primavera si el crecimiento de la planta se detiene.
Exigencias especiales: evite las bajadas bruscas de temperatura, de lo contrario, las hojas caerán.
Tamaño: crecimiento lento. De 3 a 6m en su hábitat natural; de 90cm a 1,50m de alto en maceta.
Multiplicación: reserva para los especialistas, por esquejes bajo neblina, con elevado color de fondo.
Longevidad: dos a tres meses encasa de un neófito; varios años en invernadero, en casa de un coleccionista.
Plagas y enfermedades: ninguna, por lo general.
Especies y variedades: Clusia rosea es la única especie que se encuentra en el mercado.
Consejo: vaporice el envés de las hojas mañana y tarde a lo largo de tolo el año.
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