El alumbramiento de un bebé es el más precioso regalo que unos ojos humanos pueden contemplar. Tanto para la madre y el padre, como para familiares y amigos, se trata de un momento repleto de optimismo, felicidad, cariño y encanto. Un evento que conmemorar como ningún otro, y para ello ¿qué mejor que regalar un ramo de flores?

Por todas estas razones, y aunque el recién nacido sea ya el mejor presente que los progenitores pueden recibir, es muy común enviar un ramo de flores a la madre, bien cuando ésta aún se encuentre en el hospital o bien cuando ya ha regresado a casa.

Sin duda, una bonita forma de celebrar la llegada de una nueva vida. Pero hay que ser precavido, conociendo las diferentes posibilidades a la hora de regalar flores para un nacimiento. Por esta razón, si es tu caso, te invitamos a acompañarnos a lo largo de este artículo.

Un obsequio para la parturienta

Por regla general, cuando se regalan flores por un nacimiento, se piensa principalmente en la progenitora, pese a que en realidad, el presente sirve como nexo de unión entre la nueva familia. No importa a quién vaya dirigido el obsequio, si al padre, a la madre o al recién nacido, porque el regalo será compartido por los tres. El frescor y el perfume de las flores se unen al bebé como partícipes de la nueva vida.

A un nivel más detallado, las dádivas florales entregadas durante un nacimiento tienen como doble objetivo alegrar a la madre y dar la bienvenida al niño. La primera merece una ovación por el inhumano esfuerzo que ha supuesto el parto; mientras que el bebé ha de nutrirse del cariño de unos brazos abiertos.

Debido a lo expuesto, no dudes nunca en regalar un ramo de flores para un nacimiento. ¡Les encantará!

La asociación de colores

A la hora de regalar un ramo de flores por un nacimiento, los matices tienen un protagonismo clave. Ya que tradicionalmente se asocia el rosa con las niñas y el azul con los niños, es muy lógico seleccionar dichos colores según el sexo del bebé, aunque también vale la pena innovar.

El blanco es un tono que combina a la perfección con los matices anteriores, y suele alternarse entre el rosa y el azul para simbolizar tanto inocencia como pureza. En la actualidad, también es común emplear el púrpura como el color de las niñas y el rojo como el color de los niños. Es importante no enlazar más de tres tonos en el mismo ramo, puesto que de lo contrario, el obsequio tendrá un toque demasiado desenfadado y festivo.

Los ramos más recomendados

La confección de arreglos florales para celebrar un nacimiento es un apartado especial en el catálogo de cualquier floristería. Cada detalle hay que cuidarlo al máximo, evitando flores que desprendan demasiado olor o que pudieran ser alérgicas para el bebé. Del mismo modo, los ramos deben ser especialmente resistentes para soportar los ambientes higienizados de los hospitales. Debido a esto, es una opción muy válida agasajar a la madre con una planta, mucho más duradera que un ramo, y que podrá crecer gradualmente al igual que el recién nacido.

Entre los ramos de flores, encontramos una larga serie de posibilidades, como rosas blancas alternadas entre lirios rosas, composiciones de margaritas y claveles, canastillos de gerberas, arreglos de girasoles y tulipanes, un recatado jarrón coronado de astrolemias o un arreglo de plantas y bromelias. La gama de adornos es tan variada como maravillosa.

Un regalo inolvidable

En este punto, si el nacimiento de un hijo es un hecho insólito, el regalo en su memoria también ha de serlo y, si es posible, duradero. Por esta razón, es recomendable combinar el obsequio floral con otros complementos, dirigidos bien al recién nacido o a la progenitora.

Los canastillos con alguna prenda de bebé son todo un acierto, así como una cesta de flores provista de un pequeño peluche. Incluso se puede incluir un biberón entre el ramo. Pensando en la madre, se puede compaginar el ramillete con una caja de bombones o un libro sobre maternidad, cualquier cosa que inspire una sonrisa o incite su curiosidad.

No hay que olvidarse de agregar una pequeña tarjeta de felicitación, y si es posible, con alguna referencia cómica para motivar alegría. Cuanto más personalizada sea dicha misiva, aún más gustará a la madre y al padre.
Cualquier pequeño detalle hará del ramo de flores un regalo inolvidable para una familia que vive los días más felices de su relación.

Felicitando una nueva vida

Regalar flores por un nacimiento es la mejor forma de celebrar la llegada de un bebé. Un obsequio bello, espléndido, aromático, vistoso, agradable y puro que represente luz, alegría y bienestar. Pocos presentes habrá tan acertados como un bonito ramo de flores, símbolo eterno de la vida y la juventud, y que sirve de excusa para demostrar un afecto incondicional hacia la nueva familia y su retoño.

No tengas miedo de combinar colores para crear una verdadera obra de arte, con flores joviales y soportes inmaculados, que quedarán en la retina de la madre como un regalo perfecto. La clave es ofrecer un presente hermoso, pero liviano, sin exceso de ornamentación, y perdurable.

En definitiva, si estás esperando a regalar un ramo de flores por un nacimiento, no dudes en consultar nuestro catálogo y seleccionar de esta forma un regalo floral y una tarjeta de felicitación.
Porque la vida merece la pena celebrarla.