“La polinización es fundamental para la vida del planeta, sin la polinización la agricultura comercial que conocemos desaparecía.”
La polinización es imprescindible para la reproducción de las plantas y recordemos que sin plantas, árboles, flores, etc. la vida en la tierra sería imposible. Explicado muy fácilmente podríamos decir que el polen (a través de las abejas u otros insectos, animales como pájaros, ratones…, por el viento o incluso por el agua) pasa de las flores masculinas a las femeninas y así se producen semillas que germinan en nuevas plantas o árboles. Sin semillas ya no podríamos cultivar alimentos como arroz, guisantes, maíz…
Muy posiblemente habréis leído últimamente alguna noticia relacionada con la desaparición o muerte de las abejas, mucha gente ni se detiene a pensar qué consecuencias puede tener que desaparezcan las abejas. Si nos basamos sólo en números o dinero podríamos decir que en Europa se estima que la labor de las abejas y otros insectos está valorada en… ¡22 mil millones de euros al año!, ¿por qué?, pues porque las abejas (sobre todo aquí en España) contribuyen a la polinización que es fundamental para la agricultura. Por suerte se están empezando a tomar medidas tales como prohibir ciertos plaguicidas aunque todavía queda un duro camino de prohibiciones e investigaciones que logren que las abejas no sigan disminuyendo masivamente.
Las abejas son estupendas polinizadoras, en un día visitan miles de flores y por lo tanto contribuyen a que el polen se traslade desde las anteras (partes maculinas de la flor) a los estigmas (partes femeninas de la flor). También es cierto que la polinización a través de insectos contribuye a una mayor cantidad y calidad de lo cultivado, los agricultores conocen muy bien este punto y en España es habitual que un agricultor permita a un apilcutor colocar colmenas de abejas en sus tierras, tampoco es una práctica desconocida que un agricultor compense económicamente a un apicultor por poner colmenas en sus plantaciones de frutales con el fin de contribuir a una satisfactoria polinización.
Los insectos y pájaros que contribuyen a la polinización también obtienen beneficios pues se alimentan del néctar de las flores y del polen. Por lo tanto podríamos decir que la ayuda y el beneficio es mutuo e imprescindible.
Quizás ahora entendamos mejor cómo puede valorar la Unión Europea en 22 mil millones de euros anuales el trabajo de los insectos en la polinización de los cultivos. Pero lo que tiene que ser más importante es que debemos proteger a estos insectos, bien por ecología, por el bien del planeta o por egoísmo pues dependemos en gran medida de su trabajo gratuito de polinización.
La próxima vez que leas algo sobre la desaparición de las abejas ya sabes que puede ser una noticia más importante que muchas otras. El futuro depende de ellas también.
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